Museos latinoamericanos en debate: ¿resistencia, descolonización o instrumentos de poder?

Museos latinoamericanos en debate: ¿resistencia, descolonización o instrumentos de poder?

Por Eduardo Quintana

En el marco del XXXIII Encuentro del Subcomité Regional de Museología para América Latina y el Caribe del Consejo Internacional de Museos (ICOFOM LAC), MUPA dialogó con Scarlet Galindo, presidenta del subcomité y referente clave en los debates contemporáneos sobre museología. El evento, realizado en Asunción, sirvió para analizar diferentes temas en torno a cómo construimos los museos en la región.

Galindo es licenciada en diseño y comunicación visual, maestra en museología y doctora en ciencias sociales y políticas. Comparte una mirada crítica sobre la horizontalidad en los museos, la descolonización, la devolución de colecciones y los dilemas éticos que atraviesan hoy a las instituciones culturales. 

Sus respuestas no solo exponen las tensiones de la práctica museológica en América Latina, sino que también revelan los desafíos globales en torno al poder, la memoria y el futuro de los museos.

La Dra. Scarlet Galinda es presidenta del Subcomité Regional de Museología para América Latina y el Caribe del Consejo Internacional de Museos (ICOFOM LAC). (Foto de Mayra Jiménez)

-¿Cómo se plantea desde ICOFOM LAC la horizontalidad de los museos en el siglo XXI? Especialmente en América Latina. ¿Cuesta mucho que nuestros museos sean horizontales?

Creo que sí, todavía es algo que sigue planteándose porque la realidad es que, como el museo no empezó de manera horizontal, sino que empieza a partir de una jerarquía de quien tiene las colecciones, llegar a la horizontalidad es algo que todavía es un camino por recorrer realmente. Creo que tiene mucho que ver con la gestión y con la dirección que tenga un espacio expositivo y eso es algo importante que trabajar.

-En un momento en el que desde los museos, desde la museología y museografía internacional se habla de la descolonización, ¿cómo nos estamos planteando en América Latina esa descolonización? ¿Nosotros también somos colonos dentro mismo de nuestros países con los museos?

A veces tengo un poco de mis disyuntivas contra la teoría de colonización porque la plantearon gente que es colonizadora, entonces es un poco complicado. Pero sí creo que es un buen planteamiento la idea de regresar todo a los pueblos y a las personas que fueron las que hicieron esos objetos. 

Es algo que sí debemos de hacer, yo creo que está bien; nada más que creo que se tiene que revisar cómo lo estás planteando porque también toda cuestión de poder, cuando tú estás en un espacio de poder te puedes corromper de manera muy sencilla y entonces llega a pasar y no siempre se puede hacer las cosas.

-En un contexto donde, por ejemplo, el Museo Británico siempre está en el ojo de la tormenta cuando tenemos que hablar de la devolución de objetos o de piezas que pertenecen a varios países, ¿cuál es tu posición al respecto? ¿Se tiene que hacer esta revisión? ¿Los objetos tienen que estar en discusión si vuelven a nuestros países? Por ejemplo, a México, a Perú y a Chile.

Pues sí, se debería de plantear y sí se debería, por lo menos, discutir. La cuestión de que no lo quieran regresar, eso es otro asunto. Lo mismo decían nuestros compañeros, ellos tienen todos los argumentos por los cuales no regresarnos. 

No hablo del Museo Británico, pero por ejemplo, el Museo de Viena te dice que no debe regresar el penacho porque se va a deshacer el penacho de Moctezuma cuando lo regresen, por cuestiones de conservación. Entonces siempre hay un argumento que puede defender el por qué no regresar un objeto, pero también podrían decir el por qué sí y entonces valorarlo realmente.

-¿Cuál es su punto de vista?

Pues mira, en áreas de la conservación a lo mejor podríamos plantear el no regresarlo, pero sí hay otros objetos que sí podrían regresar, que por conservación sí aguantan. O sea, las piedras sí podrían regresar. Estamos hablando, en el caso del penacho, pues es pluma. Entonces puedes decir que a lo mejor es mucho más orgánico, mucho más que se deshace. Pero cuando hacen tráfico ilícito y cuestiones por el estilo, pues claramente lo venden y lo entregan en otros lados. Entonces, no podemos hablar en el mismo sentido; para todos los casos no. 

Porque no están bajo las mismas condiciones de ética. Se supone que el museo sí está bajo condiciones de ética y que entonces es el que sí tendría que buscar el por qué y el cómo. Intentar buscar el por qué y el cómo regresar las cosas.

El encuentro se realizó en el Centro Cultural del Puerto de Asunción y en Itaipú, Hernandarias. (Foto de MUPA)

-Estas discusiones las pueden plantear los museos latinoamericanos, los gobiernos, los museólogos o las comunidades. ¿Quiénes tienen que plantearlas?

Pues es que es muy complicado porque a lo mejor ya las comunidades ni siquiera se sienten identificadas con los objetos. Habría que revisar cada cosa, ¿no? Pero sí. Creo que sí es papel de los museólogos plantear algunas de estas situaciones para dar a conocer los objetos que hay.

En mi caso, no había tenido la oportunidad de ir al Museo Británico hasta el año pasado. Entonces yo no sabía todos los objetos de México que tienen allá. Ahora ya lo sé. Es una parte muy extraña porque casi todos los objetos, por ejemplo, los egipcios y los romanos, los tienen así, sin vitrinas. Por condiciones de conservación los tienen ahí exhibidos y la gente casi que los toca y se toma fotos encima de ellos. Entonces estás diciendo que los estás conservando cuando una persona se está tomando una selfie encima de él. 

Pero los mexicanos fue raro porque sí estaban en vitrinas y no entiendo muy bien por qué ahí sí los tenían como más reservados y si decían “no lo toques, no lo toques”, habría que plantearlo.

-En los casos de Alemania y Francia, que ya devolvieron algunos objetos a Benín y Nigeria, ¿ve eso como algo positivo?

Creo que sí. Yo creo que sí es algo positivo. Pero también habla de cómo algunos países sí están a favor de estas políticas y otros aún no lo están. Pero te digo, hablando del Museo Británico, pues al final todo el mundo se está tomando una selfie encima de cualquier pieza egipcia. Entonces dices tú, mejor que regresen a ese sarcófago o no lo sé.

-Quería volver al tema de su exposición con respecto a la ética misma y específicamente a la exposición la Venida del Señor, en la Academia de San Carlos en México. ¿Cómo se plantean estas discusiones éticas dentro de los museos? ¿Quiénes pueden protestar y quiénes no? ¿O cómo se tiene que dar ese planteamiento?

Bueno, recientemente hubo una charla con artistas sobre la censura en los medios y sobre la censura en las exposiciones. Entonces la mayoría de los artistas cuando son atacados, como este artista fue, se sienten censurados. Pero también, ¿hasta dónde censura? ¿Y hasta dónde estás tú realmente intentando ser censurado? Desde mi punto de vista, este artista en específico busca ser censurado muchas de las veces para poder ser visto. Porque hace mucha polémica. Lo que intenta es crear polémica. Pero muchos artistas también lo hacen, solo que no tan controversiales. Este señor sí se puso muy controversial al respecto. 

Y pues sí, si tú estás diciendo que estás abriendo a todo el público, pues si la comunidad católica se fue y se quejó, pues también está generando algo que es lo que él quiere. Que un público lo está viendo y no le gusta lo que ve. Hay otro público que va a estar a favor de lo que él quiere ver, lo que él quiere mostrar. Pero hay un público que no lo va a estar.

El evento de Asunción y Hernandarias discutió diferentes procesos museológicos en América Latina y El Caribe. (Foto de MUPA)

-¿Y son los museos, también en ese sentido, centros de protesta, de resistencia e incluso de reclamos?

Sí podrían serlo. Y yo creo que no es malo. O sea, decían que los museos no son neutros. No son espacios neutros. Eso es algo que viene platicándose desde hace varios años. 

¿De qué tanto quieres protestar para no tener recursos que te pueda dar el Estado o que te pueda dar el gobierno? Allá hay un asunto también de gestión. Y lo platicaba también en esa charla a Canclini, porque decía él que no puedes hacer lo que quieres total y absolutamente. Porque sí podrías generar que ya no te den recursos, que ya no te den apoyos. La gestión está en este estire y afloje. ¿Qué tanto permites? ¿Qué tan permisivo eres? ¿Qué es lo que vas a ceder?

-¿Cómo planteamos o vemos a esta segunda administración de Donald Trump que incluso cambia el guión museológico del Smithsonian, una institución centenaria museológica de mucha influencia?

No estoy a favor de las políticas de Donald Trump ni de cerca, porque México es el país fronterizo. Y la realidad es que está haciendo muchas cosas en contra de la migración, siendo él un inmigrante. Pero también querer cambiar estas visiones te habla del poder del museo, ¿no? Claro. El querer cambiar todo este discurso expositivo que tiene la Smithsonian por decir un nuevo discurso de lo que es realmente americano. 

Y lo platicaba a mis disyuntivas con respecto, porque América es todo un continente, no nada más estamos hablando de Estados Unidos. Sí habla de una persona que sí está viendo el poder que tiene el museo. Tristemente. Porque debería hacerle menos caso. A lo mejor ahí convendría que el museo hubiera sido menos neutro para que no se metiera con él. Porque al meterse con él sí va a cambiar un discurso que puede generar otras cosas, ¿no? Odio y demás.

-¿Pero los gobiernos pueden interceder también en ese discurso museológico?

Toda la vida lo han hecho. O sea, la realidad es que toda la vida los museos han estado metidos ahí. Te habla una mexicana que todo lo que hay de arte es el muralismo mexicano. Y el muralismo mexicano lo que hacía era educar al pueblo. Entonces claramente que los gobiernos saben perfectamente cómo pueden educar al pueblo. 

Y ahorita el nuevo gobierno que tiene México está haciendo lo mismo. Está haciendo nuevos murales. Y murales colectivos. Entonces lo que quiere llamar a la comunidad, pero al mismo tiempo también está regresando. Los espacios críticos se pueden perder porque también hay una dirección que te están dando hacia qué es lo que debes de buscar.

-El lema de este encuentro en Asunción es el futuro de los museos. ¿Cómo podemos visualizar ese futuro en un momento en que hay muchos problemas dentro de nuestros países? ¿Cómo se construye ese futuro de la gestión de los museos, por ejemplo?

Pues yo creo que con los profesionales, que debemos de seguir siendo la resistencia y las instituciones que en la medida puedan serlo. Porque también nosotros sí tenemos que mantener nuestros principios éticos y decir que nuestros gobiernos están equivocados. Es muy triste, pero sí es real. Estamos en uno de los momentos más complejos del mundo. Porque sí hay muchos gobiernos que están retrocediendo en los avances que se estaban teniendo en cuanto a libertad de expresión y en cuanto a otros tipos de libertades. Entonces sí es muy complicado.

-¿Y qué son los museos en este contexto que estás explicando?

Son instrumentos de poder, tristemente. O sea, bueno, no tristemente. Está bien que sean un instrumento de poder, pero sí está mal que los estén utilizando, ¿no?

El encuentro de ICOFOM LAC en Paraguay se realizó en agosto. (Foto de MUPA)