La Estación Central del Ferrocarril: de ícono progresista a Museo Histórico
Por Mayra Jiménez
La Estación Central del Ferrocarril se erige como testigo silencioso de la historia, cultura y progreso del Paraguay.

El emblemático edificio, declarado como Monumento Histórico Nacional por la Ley 174/1993, no sólo fue la primera estación ferroviaria del país, sino que intenta actualmente convertirse en un espacio cultural que ya alberga al Museo Ferroviario, un sitio que invita a recorrer sus espacios para conocer una perspectiva de la historia paraguaya del S. XIX, relatada a través de su propia narrativa.
Un viaje al pasado

Relata el periódico estatal “El Semanario de Avisos y Conocimientos Útiles” que “Hay ciertos acontecimientos en la vida de los pueblos ante los cuales no existen almas apáticas o indiferentes. Hay hechos aislados en la vida de los mismos pueblos que comprenden enérgicamente la prolongada y minuciosa historia de sucesos diferentes, pero enlazados para el logro eficaz de un brillante resultado (...). Todo esto nos ha revelado la inauguración solemne de nuestra vía férrea en la tarde del 21”. En la Antigua Estación San Roque, como se denominó oficialmente en sus inicios, donde se realizaba un 21 de septiembre de 1861 el primer viaje oficial en tren, con destino a la Estación de Trinidad, allí, por medio de “papeletas” de invitación con distribución gratuita en la boletería de la Estación Central, el pueblo pudo ser partícipe de este hecho histórico
La Estación

Constituyó en su época todo un hito en la historia paraguaya, simbolizando el anhelo de la modernización y desarrollo en una época en la que el transporte terrestre era fundamental para la integración nacional, lo que convirtió al edificio en un símbolo del progreso y del futuro prometedor; se la conocía popularmente como “Estación San Francisco” debido a la cercanía con la Plaza con el mismo nombre (Actual Plaza Uruguaya).
El edificio, una obra de arte en sí mismo, de estilo ecléctico, fue diseñado con una arquitectura que refleja la “grandeza” de un proyecto nacional, con la impronta de sus proyectistas europeos, quienes otorgaron al edificio elementos característicos de la arquitectura neogótica, pero también conservando otros propios de nuestra arquitectura colonial, como se percibe en la galería frontal, en el acceso principal al edificio. Sus muros, levantados con ladrillos han resistido dignamente el paso del tiempo, conservando con un orgullo solemne y discreto su esplendor, siendo aún hoy todo un emblema del Patrimonio Arquitectónico Paraguayo.
La construcción, inicialmente a cargo del ingeniero inglés George Thompson, luego quedó a cargo del arquitecto Alonso Taylor, quien la dirigió hasta su finalización, aparentemente en el año 1864.
El sistema ferroviario
El desarrollo ferroviario en el Paraguay atravesó varias etapas, cada una marcada por cambios políticos y económicos. Se lo puede resumir de manera pragmática a través de 3 fases principales: la primera, comprendida con su administración por parte del Estado, en una segunda fase, tras los eventos desencadenados por la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), el ferrocarril no fue ajeno a la crisis que atravesó al país, y consecuentemente fue privatizado, siendo vendido a capitales británicos, quienes lo administraron durante décadas (1861-1961), en una tercera fase, el Estado Paraguayo recuperó el control del ferrocarril.
Esto último ya en evidente declive, a esta fase corresponde la denominación del Ferrocarril C.A.L. Posteriormente, el servicio ferroviario fue clausurado, y las estaciones y material rodante quedaron en desuso ya desde finales de los años 90.
Finalmente, el Estado Paraguayo crea la entidad FEPASA S.A, que la administra actualmente, con vista a lograr la privatización total del sistema, y como tutor a cargo del resguardo del Patrimonio Ferroviario del antiguo F.C.A.L
Museo Ferroviario

La Estación Central resurgió como un espacio cultural y educativo al convertirse en museo Histórico Ferroviario, que no solo preserva la memoria, sino que también ofrece a los visitantes una experiencia única para conectarse con el pasado, recorriendo sus salas expositivas y vagones.
EL Museo también exhibe fotografías, libros y herramientas diversas que narran la historia del ferrocarril en el Paraguay, lo que nos lleva a comprender todo el esfuerzo humano y técnico que implicó poner en marcha al ferrocarril en su momento, además del impacto social y económico que representó este medio de transporte en el desarrollo de todo el país.
Uno de los atractivos principales es la locomotora denominada “Sapucai”, una joya histórica que data del periodo de inicios del ferrocarril nacional, no solo es un testimonio de la ingeniería de la época, también evoca la nostalgia de un tiempo en el cual el ferrocarril a vapor era sinónimo de tecnología de vanguardia, progreso y conexión.

El Museo alberga en su colección una joya histórica, con un valor documental invaluable, que no se limita a ser un cercenado repositorio de objetos antiguos, los bienes muebles poseen la Declaratoria de patrimonio Histórico y Cultural de la Nación (RES SNS Nº 55/2001).
El patrimonio ferroviario representa la lucha por el progreso entendido como el ofrecimiento de servicios y la resiliencia y dignidad que aún poseen, pues conoce el valor de su memoria y relevancia que trasciende el tiempo.
El Museo busca inspirar y reflexionar sobre su mismo valor y significado, relacionando al pasado con nuestro contexto actual, brindándonos así la oportunidad de analizar a nuestro propio tiempo en perspectiva, hoy miramos lo que quedó de nuestro antiguo ferrocarril con sentimientos nostálgicos y exasperación, a sabiendas de que aquella esperanza en un dichoso porvenir en el que confiaron nuestros ancestros, todavía no nos llegó, pero el cual aún nos corresponde apuntar con la misma premisa básica utilizada antaño, poniendo al bienestar del pueblo en un primer lugar, y planificando la industrialización y movilidad urbana como lo que corresponde a un servicio de transporte público, de primera necesidad.